Esperaba que alguien hubiera oído hablar de él, así que envié a un colega a preguntar. Tras varios fracasos, encontró a un vecino y le mostró la fotografía de Tosa. Tiene una residencia cerca, dijo el vecino, justo al final de la calle de la tienda local. Pero la mirada penetrante, la nariz larga y aguileña, eran inconfundibles.
Era un objeto esférico que recorría una trayectoria circular, sujeto a los efectos de la gravedad, la fricción, la resistencia del aire y la fuerza centrípeta. Al día siguiente, Wootten llegó temprano para investigar. No encontró ninguna señal evidente de que la ruleta o la mesa hubieran sido manipuladas.Los acabados y detalles del reloj van en la misma línea. La subcarátula de las horas y los minutos está hecha de una sola placa de ónice negro, pulida a espejo y equipada con índices de oro 5N aplicados. Su forma de cometa es un guiño a los zafiros talla cometa utilizados en varias creaciones de Jacob & Co. Por otra parte, si Tosa hubiera escondido un pequeño dispositivo, no creo que me lo hubiera confesado.La presencia de Jovanovic en la demostración pareció confirmar su teoría. Doyne Farmer, estudiante de física de la Universidad de California en Santa Cruz, tomó la estafeta. Farmer soñaba con crear una comunidad utópica de inventores financiada con las ganancias del juego. Él y sus socios llamaron a su iniciativa Eudaemonic Enterprises, en honor al término aristotélico que remite a la sensación de satisfacción de una vida bien vivida. Al igual que Thorp antes que él, Farmer descubrió que la ruleta era más predecible de lo que nadie imaginaba, y también que lograr que la ciencia funcionara en medio del sudor y el ruido de un casino real era casi imposible.
La mayoría pudo, y una vez que lo habían hecho ellos mismos, parte del misterio se desvanecía. “Para ganar dinero en la ruleta, todo lo que necesitas hacer es descartar dos números”, decía Barnett. Con dos números descartados, las probabilidades mejoraban ligeramente, incluso ante la pequeña ventaja de la casa.Una vez que Thorp había calibrado el dispositivo para ajustarse a la dinámica de una ruleta específica, todo lo que tenía que hacer era tocar dos veces con el pie para obtener lecturas de velocidad. El sistema funcionó, al menos en un entorno de laboratorio, porque el cableado falló cuando lo probaron en un casino. La ruleta asistida por computadora nació en la década de 1960, hija de académicos rebeldes en las universidades estadounidenses de élite. Si los científicos armados con microprocesadores podían predecir el movimiento de las estrellas y los planetas, ¿por qué no la ruleta? Edward Thorp, un matemático y pionero del juego, hizo el primer intento serio, junto con Claude Shannon, el profesor del MIT que más o menos inventó la teoría de la información. Desde su punto de vista, la ruleta no era totalmente aleatoria.
Uno de ellos publicó un libro sobre sus aventuras llamado The Eudaemonic Pie. Al final, concluía el libro, la eudemonía no era una meta a alcanzar, sino un viaje. Sea como fuere, Small piensa que los dueños de los casinos saben de esta multitud de ínfimos factores que determinan la victoria o la derrota de alguien, el jugador o la casa. La experiencia de jugar a la ruleta se ve magnificada cuando se combina con la degustación de platos exquisitos. Los casinos más prestigiosos del mundo entienden que el placer de jugar se duplica cuando se acompaña de una experiencia culinaria de primer nivel. Así, ofrecen menús diseñados por chefs de renombre que preparan platos inspirados en la suerte y el azar, creando una armonía perfecta entre el juego y la gastronomía.
Un oficial les informó cortésmente que estaban bajo arresto bajo sospecha de “engaño” y los condujo a una comisaría cercana. Cuando los jugadores no escuchaban, Wootten solicitó a la policía revisar sus zapatos y ropa en busca de dispositivos ocultos. Pero los observadores más cercanos no estaban tan seguros, y el caso siguió siendo un misterio incluso para los expertos en casinos casi dos décadas después. “Todavía perdemos el sueño por eso”, me dijo un ejecutivo.
La cabeza de la rueda gira a gran velocidad forebet y con poca fricción. El Casino Tourbillon es el primer reloj de Jacob & Co. con el tourbillon volante en la parte trasera de la caja. Obviamente, esto se hizo para que todo el espacio frontal fuera para la ruleta. Por eso había buscado una mesa en particular en el Ritz, había jugado en esa ruleta lo suficiente como para confirmar que podía vencerla. Finalmente, me di cuenta de que las diferentes direcciones que Tosa había dado a los casinos a lo largo de los años se concentraban en el mismo tramo de la costa croata, al sur de Dubrovnik.
Tanto la puesta en hora como la cuerda se accionan con arcos colocados en el reverso de la caja. Por cierto, el pulsador que activa la ruleta es cuadrado y grande para ofrecer el mejor contacto posible con los dedos. Para armonizarlo con el perfil general de la caja de Casino, está rodeado por un largo protector de corona en forma de media luna.La carátula del reloj tiene una rueda de ruleta totalmente funcional con 37 casillas numeradas (una verde, 18 negras y 18 rojas) y una bola de cerámica blanca. Cuando decimos que es “totalmente funcional”, nos referimos a que, al colocarlo en posición horizontal, se convierte en un juego de azar completamente aleatorio. El pulsador de las 8 horas activa la ruleta y la bola blanca rebota en el interior por la carátula provista de ocho deflectores en forma de diamante. En última instancia, lo que lo diferenció de otros predictores de la ruleta fue su voluntad de ir a lo grande. La mayoría de los jugadores solo se atreven a ganar unos cuantos miles de dólares a la vez, por temor a ser descubiertos. Si no lo hubieran arrestado en el Ritz, afirmó, habría regresado la noche siguiente y ganado 10 millones de libras.La mayoría eran exsoldados como Wootten, algunos tenían cicatrices visibles y todos parecían hostiles. Jovanovic trató de salir corriendo, pero uno de los muchachos del casino cerró la puerta de una patada con el talón. “No vas a ninguna parte”, dijo, según varios asistentes.
“Él es un buen amigo, quería consultar con él primero. Tosa me llamó unas horas más tarde y acordamos vernos en un restaurante de pescado en el antiguo puerto. Supuse que sería difícil localizar a Niko Tosa, quien siempre ha procurado no ser encontrado. Efectivamente, no había ningún rastro de él en registros inmobiliarios o corporativos, ni en las noticias o las redes sociales.
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